Desarrollar hábitos alimentarios saludables y ofrecer oportunidades para el juego activo y la exploración en las primeras etapas de la vida de un niño es crucial para sentar las bases de su salud física en los años venideros. Los patrones alimentarios, o las elecciones relativas a la cantidad y calidad de los alimentos y la nutrición, empiezan a desarrollarse en los niños a partir de los siete meses, por lo que es importante que empiecen pronto por el buen camino.
Desgraciadamente, muchos niños no tienen acceso a alimentos nutritivos a una edad temprana o no realizan suficientes actividades físicas durante el día; en algunos casos, el tiempo que pasan con los dispositivos móviles, los ordenadores y viendo la televisión reduce el tiempo que podrían dedicar a jugar y correr. Los malos hábitos alimentarios y la escasa actividad física se han relacionado con la obesidad infantil, y los estudios demuestran que cuando los niños son obesos, rara vez "se les pasa".
La Ley para la Reducción de la Obesidad Juvenil, presentada por el senador demócrata Cory Booker, reconoce el impacto que los hábitos saludables tienen en los niños y lo fundamentales que son para ayudarles a desarrollar todo su potencial. El proyecto de ley se centra en tres intervenciones específicas: la mejora de los patrones de alimentación, la actividad física y la cantidad de tiempo de pantalla que un niño tiene al día con programas de televisión, películas, dispositivos portátiles, etc.
La Ley de Reducción de la Obesidad Juvenil modificaría la Ley de Servicios de Salud Pública para permitir al Secretario de Salud y Servicios Humanos conceder subvenciones competitivas de cinco años a entidades locales, como organizaciones sin ánimo de lucro con experiencia en salud y obesidad infantil o instituciones de educación superior o investigación.
Estas subvenciones servirán para:
- Proporcionar formación, asistencia técnica y recursos a los programas para apoyar la aplicación de prácticas que mejoren la calidad de la nutrición y aumenten el juego activo en los entornos de atención y educación tempranas (ECE),
- Crear programas de formación sostenibles que creen entornos más saludables para la EPI.
- Apoyar la colaboración con organizaciones que puedan proporcionar evaluaciones y mediciones de los resultados de los proyectos de formación y apoyo.
La intención es crear entornos de atención temprana y entornos educativos más saludables centrándose en la nutrición, la actividad y el tiempo frente a la pantalla. Además, se implicará a los padres para que apoyen estos programas de alimentación y actividad física a fin de garantizar que los niños aprendan hábitos saludables en casa y en la escuela. Los programas tendrán que demostrar que aportan soluciones a una amplia variedad de comunidades: urbanas, rurales, de bajos ingresos y de color.
La obesidad se ha relacionado con baja autoestima, bajo rendimiento académico y mayores tasas de enfermedades cardiovasculares y cardiacas, diabetes e ictus. Ayudar a los niños a tomar decisiones saludables a una edad temprana puede ayudarles a evitar algunos de estos problemas. La obesidad infantil en Estados Unidos se ha triplicado en los últimos 30 años. Los datos más recientes sobre obesidad infantil de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) muestran que en 2011, el 8,4% de los niños de dos a cinco años y el 17,7% de los niños de seis a once años tenían sobrepeso. Child Care Aware® of America apoya firmemente la Ley para reducir la obesidad juvenil del senador Booker y anima a otros a invertir en la salud de los niños.
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