Cuando le oí pronunciar las palabras "guarderías asequibles y de calidad para todas las familias" en la convención republicana del verano pasado, literalmente me puse en pie y vitoreé en medio de mi salón. Es una de las muchas cuestiones, y posiblemente una de las más importantes, a las que se enfrentan las familias trabajadoras. Son las familias que me importan profundamente y por las que he luchado durante la última década.

Una guardería de calidad es una educación infantil de alta calidad y una de las mejores inversiones que podemos hacer como sociedad. Los estudios demuestran que por cada dólar invertido en educación infantil, la economía recibe más de 13 dólares a cambio. El cuidado infantil siempre ha sido un tema no partidista, y ha visto su parte justa de cambios - desde la Segunda Guerra Mundial, cuando el cuidado infantil universal estaba disponible, hasta la reautorización de la Ley de Subvención en Bloque para el Cuidado y Desarrollo Infantil de 2014.

Afortunadamente, lo que no hemos visto son muchos cambios sustanciales para las familias trabajadoras que necesitan servicios de guardería. Sabemos que más de 11 millones de niños menores de 5 años están ahora mismo en guarderías. Eso significa que, para las familias trabajadoras, la atención infantil es necesaria. Y sin embargo, en 49 de los 50 estados, el cuidado infantil es inasequible y está completamente fuera del alcance de las familias.

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