Wall Street Journal
La ley de alivio del coronavirus firmada por el Presidente Biden la semana pasada destina casi 50.000 millones de dólares a la atención infantil en un intento de evitar que las guarderías en apuros cierren justo cuando las personas que dependen de ellas vuelven al trabajo.
Los proveedores de servicios de guardería recibirán unos 40.000 millones de dólares para gastos de funcionamiento y ayudas a la matrícula de los hijos de trabajadores esenciales, y las familias obtendrán unos 8.000 millones gracias a una ampliación temporal de las desgravaciones fiscales que subvencionan el cuidado de dependientes.
La ayuda para guarderías es menor y llama menos la atención que los cheques de estímulo de 1.400 dólares por persona o la ampliación de la desgravación fiscal por hijo, que supone más de 100.000 millones de dólares para las familias.
Pero la ley, además de los 10.000 millones de dólares en ayudas de la legislación de diciembre, representa la mayor inversión única de Estados Unidos en el cuidado de los niños, dijo Mario Cardona, jefe de política y práctica de Child Care Aware of America, un grupo de defensa.
"En gran medida no ha sido controvertido", dijo. "Algunas cosas fueron objeto de una eliminación o reducción total. La atención infantil no era una de esas cosas".
