Recoger los pedazos: Construir un mejor sistema de atención a la infancia después de COVID-19

Mucho antes de COVID-19, el sistema de cuidado infantil de Estados Unidos tenía problemas. El año pasado, Child Care Aware® of America exploró ese sistema roto en nuestro informe EE.UU. y el alto precio del cuidado infantil. Descubrimos que lo estaba: 

• Fragmentada. Cada estado tiene su propio conjunto de políticas de cuidado infantil, y la financiación de la atención infantil procede de distintas fuentes con diferentes requisitos.  
• Desigualdad. Los niños de color y los de familias con bajos ingresos tienen menos probabilidades de asistir a centros de alta calidad programas de cuidado infantil. 
• Inaccesible. Para muchas familias, el cuidado infantil de alta calidad no es una opción. No hay suficientes proveedores de cuidado infantil para satisfacer la demanda, y los proveedores están abandonando el sector en cifras récord. Esto afecta especialmente a las familias de color, a las que viven en zonas rurales y a los niños con necesidades especiales. 
• Falta de financiación. Estados Unidos gasta menos del 0,5% de su PIB en atención infantil, mucho menos que la mayoría de los países industrializados. 

Cuando COVID-19 se sumó al ya frágil sistema de cuidado infantil, éste se hizo añicos. Hoy, muchos proveedores corren el riesgo de cerrar sus puertas porque su asistencia y matriculación (y por tanto sus ingresos) se desplomaron y/o sus gastos se dispararon debido a los costes relacionados con la pandemia.

Ya estamos viendo las consecuencias: Los padres luchan por encontrar servicios de guardería que les permitan trabajar de forma productiva, ya sea desde casa o en sus lugares de trabajo. Sin una mano de obra fiable y estable, este país no se recuperará económicamente del parón provocado por la pandemia. Y una mano de obra fiable requiere un sistema de cuidado infantil que funcione.En pocas palabras: sin guarderías, no hay recuperación. 

¿Por qué recoger los pedazos?

El CCAoA suele publicar dos importantes informes en otoño que examinan el panorama del cuidado infantil. Las Hojas Informativas Estatales exploran la oferta de cuidado infantil, las actividades de las agencias de recursos y derivación de cuidado infantil (CCR&R) y las iniciativas de calidad en cada estado. Estados Unidos y el alto precio del cuidado infantil compara la asequibilidad del cuidado infantil entre los estados. Ambos informes se basan en los datos del año natural anterior recopilados por las CCR&R de todo el país.  

Sin embargo, los datos del último año natural (2019) no reflejaban la realidad de los cambios masivos en el sistema de cuidado infantil a causa del COVID-19. Así que dimos un paso más y recopilamos todos los datos de 2020 que pudimos. El resultado es Picking Up the Pieces. Incluye los datos de 2019 que normalmente se incluirían en los informes de otoño, así como los datos y las historias recogidas en fecha tan reciente como julio de 2020. Con esa información adicional, pudimos comparar el sistema de cuidado infantil antes y durante la pandemia. 

Recogiendo los pedazos está organizado en tres capítulos que exploran el impacto de COVID-19 en: 

• Acceso a guarderías 
• La asequibilidad de las guarderías 
• Calidad de la atención infantil 

Esta versión interactiva en línea del informe presenta material seleccionado del informe completo, que puede descargar a continuación.

Descargue los anexos del informe.

Definir el acceso

Según un grupo de expertos convocado por Child Trends, un centro de investigación no partidista, y financiado por la Oficina Federal de Planificación, Investigación y Evaluación, el acceso al cuidado infantil "...significa que los padres, con esfuerzos razonables y asequibles, pueden matricular a sus hijos en un centro que apoye el desarrollo del niño y satisfaga las necesidades de los padres".

En CCAoA, medimos el acceso observando cómo cambia el número de proveedores de cuidado infantil a lo largo del tiempo. Menos proveedores se traducen en menos plazas en programas de cuidado infantil y, por tanto, menos acceso. 

Datos de 2019

Incluso antes del brote de COVID-19 y los cierres asociados de programas de cuidado infantil, la oferta de cuidado infantil estaba disminuyendo. Los resultados de nuestra encuesta de 2019 muestran que entre 2018 y 2019, el 53% de los estados informaron una disminución en el número de centros de cuidado infantil. Más alarmante aún, el 79% de los estados informaron una disminución en los proveedores de cuidado infantil familiar (FCC).  

Los cinco estados que registraron los mayores descensos en el número de proveedores son:

• Washington DC
• Georgia
• Florida
• Colorado
• Wyoming

Nuevos datos, análisis de destacados economistas y anécdotas de proveedores y familias indican que la situación ha empeorado desde principios de 2020. 

Desde el inicio de la pandemia 

Aunque la mayoría de los estados han permitido la reapertura de proveedores de cuidado infantil tras el cierre por COVID-19, el acceso a programas de cuidado infantil sigue siendo limitado. Esto se debe, en parte, a que los estados han modificado sus normas de concesión de licencias de cuidado infantil para ayudar a prevenir la propagación de COVID-19. Por ejemplo, muchos estados han reducido el número de niños permitidos en un aula - en efecto, la proporción de niños por proveedor. El siguiente gráfico ilustra el cambio en las proporciones para los centros en el estado de Washington desde enero de 2020 hasta julio de 2020.

Probablemente tardaremos un año o más en comprender plenamente el impacto de COVID-19 en nuestro sistema de cuidado infantil, pero están surgiendo algunas tendencias preocupantes. En julio de 2020, encontramos que el 35% de los centros y el 21% de las familias programas de cuidado infantil permanecen cerrados en todo el país.

"Cuando vi el conjunto de datos sobre guarderías, lo primero que me llamó la atención fue la escasa recuperación que ha habido hasta ahora en muchos de los estados en cuanto al número de proveedores que han reabierto.

Y eso hace que realmente preocupe en este momento que muchos de esos proveedores vayan a cerrar permanentemente."

Dra. Jessica Brown, Universidad de Carolina del Sur

Si estos cierres se convierten en permanentes, plantearán un grave problema mientras nuestra nación trabaja para reconstruir la economía. A medida que los padres desempleados encuentren trabajo, volverán a necesitar guarderías para sus hijos pequeños. Y los empresarios necesitan una mano de obra estable y fiable que no se distraiga con las preocupaciones del cuidado de los niños. En muchas comunidades, eso era -y es cada vez más- un problema. 

Estudio de caso: Centro de Datos sobre Atención a la Infancia (CCDC)

Este año, el CCAoA creó el CCDC, un almacén de datos y un sitio web que permite a los usuarios explorar los datos sobre cuidado infantil a un nivel más profundo.

Pusimos a prueba el CCDC utilizando datos de 2019 sobre el acceso y la asequibilidad de la atención infantil proporcionados por seis estados. Cuatro de esos estados -Missouri, Oregón, Wisconsin y Washington- también presentaron nuevos datos en julio de 2020. Al comparar las cifras de 2019 y 2020, se puede ver el efecto de COVID-19 en el cuidado infantil en esos estados, hasta el nivel de condado.

Explorar el CCDC

Por qué la atención a la infancia es importante para las empresas

Cuando sus hijos pequeños asisten a una escuela de calidad programa de cuidado infantil, los padres pueden trabajar. Sus ingresos benefician a sus familias y, a su vez, las empresas se benefician porque tienen una mano de obra estable.  

La comunidad empresarial es consciente de la necesidad de contar con guarderías fiables para mantener su mano de obra. Cuando los servicios de guardería no funcionan -ya sea porque un niño está enfermo, porque hay que dejarle un día por nieve o porque un padre está preocupado por la calidad de los cuidados que recibe su hijo-, la productividad en el lugar de trabajo se resiente.  

Ready Nation representa a más de 2600 ejecutivos de empresas dedicados a promover políticas públicas y programas que construyan una fuerza laboral y una economía más fuertes. En 2018, el grupo estudió el impacto económico del cuidado infantil insuficiente en las familias trabajadoras y las empresas. Descubrieron que la crisis de cuidado infantil de la nación costaba a los estadounidenses 57 mil millones de dólares al año: 

• Los padres trabajadores perdieron 37.000 millones de dólares en ingresos debido a la menor productividad en el trabajo y al mayor tiempo dedicado a buscar empleo. 
• Las empresas perdieron 13.000 millones de dólares debido a los menores ingresos derivados de la reducción de la productividad y el aumento de los costes de contratación. 
• La economía perdió 7.000 millones de dólares en impuestos sobre la renta como consecuencia de la reducción de los ingresos de los padres trabajadores. 

Esas cifras se calcularon antes de COVID-19. Hoy serían sin duda más elevadas. 

¿Y la atención a la edad escolar?

La mayoría de las investigaciones se centran en el cuidado de niños menores de 6 años. Pero los niños mayores a menudo necesitan atención infantil, especialmente con el espectacular aumento del aprendizaje a distancia debido a COVID-19. Los padres necesitan a alguien que supervise el aprendizaje de sus hijos mientras trabajan, ya sea desde casa o en su lugar de trabajo. Algunos padres recurren a la red local proveedores de cuidado infantil. 

Pamela Steele tiene espacio suficiente para acoger a algunos niños en edad escolar, además de los pequeños a los que atiende. Otros proveedores tendrían que hacer concesiones. Podrían aceptar más niños en edad escolar y menos bebés y niños pequeños. A los proveedores les cuesta menos atender a niños mayores. Reducir el número de plazas para bebés y niños pequeños podría ayudar a los proveedores que necesitan ingresos desesperadamente. Pero a largo plazo, esto empeorará la crisis de oferta para niños menores de 3 años. 

Calculemos la asequibilidad en el condado de Cook, Illinois, que incluye Chicago. Empecemos con el precio medio del cuidado de niños a tiempo completo en la zona, que es de 910 dólares al mes. Divida esa cifra por la renta familiar media de las familias del condado de Cook con hijos menores de 18 años, es decir, 5.688 dólares. El resultado es una cifra que representa el porcentaje de los ingresos familiares que una familia gasta en el cuidado de un niño: en este caso, el 16%. 

Datos de 2019

En 2019, las familias trabajadoras de todo el país pagaron un porcentaje significativo de sus ingresos anuales para cubrir el precio del cuidado infantil.  

Los gráficos siguientes muestran cuánto gastaron las familias de cuatro regiones de EE.UU. en el cuidado de dos niños (un bebé y un niño de 4 años), en comparación con otros precios domésticos como la vivienda o la alimentación. En el Medio Oeste, el Noreste y el Sur, el cuidado infantil es la categoría más alta de gastos del hogar. En el Oeste, el precio de la guardería sólo es superado por el elevado precio de la vivienda. 

¿Y el precio medio nacional de las guarderías?

Cada año, CCAoA calcula la asequibilidad de las guarderías en cada estado. A menudo se nos pide un precio nacional de la atención infantil, que presentamos aquí - con reservas. El panorama de la atención infantil varía mucho de un estado a otro, y esas diferencias distintivas se pierden cuando se intenta calcular una cifra nacional. 

Teniendo en cuenta esta salvedad, hemos determinado que el precio medio nacional de la guardería para un niño oscila entre 9.200 y 9.600 dólares al año. Esto representa más del 10% de los ingresos de una pareja casada y el 34% de los ingresos de una familia monoparental. 

Desde el inicio de la pandemia

Muchos proveedores informan de que COVID-19 está teniendo un efecto directo y profundo en el coste de hacer negocios. 

Otros dos factores relacionados con el COVID están elevando los gastos de los proveedores: la necesidad de más personal para hacer frente a ratios profesor-niño más estrictas, y el coste de adquirir cantidades mucho mayores de material de limpieza y desinfección y equipos de protección individual, como mascarillas. 

Muchos de los proveedores con los que hemos hablado afirman que, a la larga, tendrán que subir los precios de las matrículas, lo que hará menos asequible la atención infantil para las familias. No se atreven a subir los precios ahora, en un momento de crisis económica que tiene a tantas familias tambaleándose. La directora del centro, Lesia Daniel, no ve una buena opción. 

La calidad es un factor fundamental a la hora de elegir una guardería. Pero, ¿cómo se mide?

Datos de 2019

Los Estados reconocen la calidad programas de cuidado infantil de múltiples maneras. Muchos estados tienen un sistema de clasificación y mejora de la calidad (QRIS), similar en concepto a un sistema de clasificación para restaurantes. Existen varios niveles de QRIS, y cada uno de ellos está asociado a un conjunto definido de normas del programa. Los estados también reconocen a los proveedores que se acreditan a través de organizaciones de la primera infancia como la Asociación Nacional de Niños Pequeños (NAEYC). La acreditación puede ser un proceso riguroso. 

Los resultados de nuestra encuesta indican que, en todo el país, el 63% de los programas basados en centros y el 52% de los proveedores de FCC participan en QRIS. Por otra parte, sólo el 9% de centros de cuidado infantil y sólo el 2% de los hogares de cuidado infantil familiar están acreditados. Aunque abundan los programas que reconocen la importancia de la calidad, su participación en programas formales de reconocimiento de la calidad sigue siendo baja. 

Una de las razones por las que la calidad es importante: Las investigaciones demuestran que los niños que asisten a programas de alta calidad tienen resultados más positivos a largo plazo. Los beneficios incluyen mayores tasas de graduación en la escuela secundaria, mayores ingresos, mejor salud física y familias más fuertes. Los resultados también benefician al país, porque se asocian con índices de delincuencia más bajos, una economía más fuerte y comunidades más sanas. 

Desde el inicio de la pandemia

Al igual que con los datos sobre la asequibilidad, no veremos el impacto a largo plazo de COVID-19 en la oferta de cuidado infantil de calidad hasta más adelante. A corto plazo, varios proveedores de los programas mejor clasificados nos dijeron que se sentían frustrados porque han tenido que cambiar su enfoque del desarrollo de la primera infancia a la salud y la seguridad. 

Incluso antes de la entrada en vigor del COVID-19, la mayoría de los programas de proveedores de cuidado infantil funcionaban con márgenes de beneficio muy reducidos, siendo los de las zonas de bajo nivel socioeconómico los que más luchaban por mantener sus puertas abiertas. Ahora, debido a la COVID-19 y al consiguiente descenso del número de proveedores, muchas más familias estadounidenses se ven afectadas, incluidas las de clase media alta. 

"Aunque algunos de estos proveedores puedan reabrir, es probable que una parte significativa de la capacidad de cuidado infantil se pierda de forma permanente..... El problema no es un fenómeno relacionado con la demanda, sino con la oferta. Incluso cuando los estados reabran sus negocios y los padres vuelvan al trabajo, se encontrarán con que no hay suficientes guarderías disponibles."

Dr. Randy Albelda, Universidad de Massachusetts Boston

¿Qué hace falta para arreglar el sistema de atención a la infancia?

No hay una solución sencilla a los problemas insolubles de nuestro sistema actual. Construir un sistema mejor requerirá tres cosas: inversión pública, una base sólida de datos y recursos y ayudas para las familias, los niños y los proveedores. 

Inversión 

Para estabilizar el sector de la atención infantil se necesita ahora mismo una inversión pública significativa: 50.000 millones de dólares en financiación específica. El dinero se utilizaría para ayudar a mantener a los proveedores en el negocio y hacer que el cuidado de niños sea más asequible para las familias. Además de los 50.000 millones de dólares, nuestro sistema de cuidado infantil debe contar con una inversión pública continuada para garantizar que las familias trabajadoras tengan acceso a un cuidado infantil asequible y de alta calidad. 

Datos  

Los datos abundan y están disponibles, pero no son accesibles. Es extremadamente difícil obtener datos de todos los estados de forma oportuna, normalizada, sistemática y eficiente. Los datos sobre atención infantil están dispersos por todo el país en sistemas creados por distintos proveedores y propiedad de distintas entidades, lo que a veces los hace inaccesibles. No podemos permitirnos ser incapaces de acceder a los datos necesarios para influir en la vida de las personas. 

La CCAoA fomenta el desarrollo de sistemas de datos automatizados con normas comunes. Estos sistemas garantizarán una mayor eficacia en la recogida, gestión y difusión de datos.  

Recursos 

Las Agencias de Recursos y Remisiones para el Cuidado Infantil (CCR&R) son la mejor fuente de recursos y apoyo para la comunidad del cuidado infantil, incluidas las familias, los niños y los proveedores. Entre otras muchas cosas: 

• Ayudar a las familias a desenvolverse en los complicados sistemas de cuidado infantil y ofrecerles referencias a servicios asequibles y de calidad programas de cuidado infantil. 
• Trabajar para aumentar el acceso de los programas a los recursos financieros y a una mayor remuneración. 
• Conectar programas de cuidado infantil con recursos y formación para mejorar sus prácticas empresariales. 

Cualquier propuesta de solución a la crisis actual debe incluir a los CCR&R. Son el principal punto de contacto entre todos los miembros del sistema de atención a la infancia. Podemos aprovechar su experiencia para construir un sistema nuevo y mejor.